Concluida la crianza en barricas, se realizará el “coupage” o mezcla del vino de las diferentes barricas de una misma añada.

Con esta mezcla se consigue un vino más complejo en el que se aprecian las aportaciones de los diferentes tipos de barricas existentes en nuestra bodega (diferentes robles, tostados…).

Este “coupage” se madura en los depósitos de hormigón de nuestro calado subterráneo. Estos depósitos y las condiciones ambientales inimitables del calado, permiten que los vinos sigan su correcta maduración y aumento de calidad (todo esto se abortaría si los vinos se guardaran en depósitos que no permitan “respirar” al vino, como es el caso de depósitos de acero inox. o fibra de vidrio).

La ausencia de ruidos y vibraciones en nuestro calado es absoluta. Las condiciones ambientales son inmejorables. Gracias a la suma de todas estas características, imposibles de reproducir en una bodega industrial, el vino evoluciona muy lentamente y en completo reposo, dando origen a un producto único.